Cuando desperté estaba en un avión rumbo a no se donde. Una incómoda baba se había regado por mis labios, una señora muy emperifollada con olor a un empalagoso perfume de viejita, me miraba con desconfianza y justo cuando me pasé la manga de la chaqueta para limpiar la baba, empezó el dolor de cabeza. Recordé las escenas de Jack en Fight Club.
Mi cabeza empezó a rebobinar y se vino una cascada de imágenes que aumentó el dolor y agregó un pito agudo a mi oido izquierdo.
-Disculpe señora: ¿para donde va este avión? - pregunté -
-Pues para donde será, para Bogotá - Respondió incómoda la vieja, como tratando de ubicar en el pasillo a la azafata.
-¿Para Bogotá?... claro, yo estaba en Cartagena, en el HAY FESTIVAL - pensé con alivio-
Se me habían borrado muchos datos, la absurda combinación de ron, cerveza, tequila, los humos inesperados, la anesteciante cadencia de los caballos y los carruajes, la rumba infinita...
Y entonces me cayó un frío cosquilloso en el estómago, como si se me hubiera regado una vasija con hielo y agua. Recordé el discurso, que borracho, eché en plenas murallas a los cartageneros:
"...estas murallas son una farsa montada por los españoles para hacer creer que la ciudad estaba amenazada y así incrementar el precio del oro..."
Entonces un hombre del que no recuerdo el rostro me preguntó:
- ¿Usted se refiere al HAY FESTIVAL o a la historia de Cartagena?
-A ambas - respondí-
miércoles, 4 de febrero de 2009
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